TOMA QUE TOMA TA

Tele 5 ha suprimido el programa que menos ha dejado indiferente a la gente en los últimos 5 años, “Aquí hay tomate”, un espacio transgresor que no se ha limitado a contar la actualidad social y cultural de nuestro país, sino que se ha atrevido a hacer de un rumor una noticia o de un acto tan simple como el de una madre pidiéndole a su hija que se coma el pollo, un acontecimiento universal.

 

Una voz en off erótica comentando el cuerpo de un chic@ explosivos a las cuatro de la tarde, unas cortinillas graciosas anunciando un notición después de la publi que luego no resulta ser tal, unos presentadores y reporteros sensacionalistas capaces de ridiculizar hasta los más intocables o las miserias que no se pudieron revelar hace por ejemplo 30 años son otros componentes de este programa que han enganchado a dos millones y medio de personas, ante el televisor, cada día.

 

Sin embargo, la falta de escrúpulos de “Aquí hay tomate”, más propia de la vecina más chismosa del barrio que de un programa de televisión ha tenido efectos muy negativos sobre la cadena que emitía este espacio, Tele 5. La cadena ha perdido querellas por decenas con el coste económico que ello supone, ha visto como se le retiraba la confianza de muchas personas públicas incapaces de colaborar en otros programas de la casa (tal y como se constata del vídeo filtrado en You Tube de J. J. Santos en el descanso del último Betis-Deportivo) y lo más importante, como el espacio era el último gran icono de la “telebasura”, ha ayudado y mucho a dañar la imagen del canal de Fuencarral.

 

Ahora los famosos respiran más tranquilos y la audiencia puede decir que se traga una m… menos en televisión, es triste que haya sido otro espacio televisivo, “Se lo que hicisteis…”, y especialmente Ángel Martín los que hayan hecho desencantar a unos espectadores poco críticos de la basura que estaban viendo, tal y como reconoce el propio presentador del “tomate”, Jorge Javier Vázquez, en una reciente entrevista en la que compara metafóricamente el fenómeno ocurrido con un truco de magia desvelado.

 

Ahora, mientras unos lloran con la añoranza o se atreven a comprar el vestuario de los conductores del “tomate” por Internet, otros, entre los que me encuentro, sin afán de alegrarnos por el mal de unos, pensamos por el bien de todos “toma que toma ta”.

Nota: Imagen tomada de la web oficial de "Aquí hay tomate"