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La caja divertida

GRAN ROCÍO

Gran Rocío es el título perfecto a esta crítica que hago al nuevo invento de la televisión la crónica minuto a minuto de una enfermedad irreversible, su desenlace fatal y la retransmisión casi íntegra del dolor de sus familiares y amigos en el velatorio y posterior funeral, me estoy refiriendo al despliegue bochornoso que han realizado las principales cadenas generalistas del país con la muerte de la considerada para algunos como "la más grande" Rocío Jurado. Nota: Para mi "la más grande" es mi madre, supongo que para muchos será la suya, una novia, una persona de la familia y no precisamente una persona a la que solo se le vé en el papel couché o en la televisión.

Es cierto que hemos perdido, siendo joven, a una de las más importantes voces de la copla y la canción ligera del país, todo un ejemplo de que de la nada también se puede llegar a las mieles del éxito, pero de ahí a que se engorde los atributos de la Jurado para aprovechar bien la muerte como si un pollo de corral se tratará, me parece una falta de respeto a la inteligencia de la audiencia considerada una vez más por las cadenas como conejillos de indias, más bien diría yo como buitres, y una falta de respeto a Rocío Dúrcal o a la propia Rocío Jurado.

Es intolerable a lo que ha llegado la televisión en España, hacer un reality show de una capilla ardiente y de un funeral, ocupando horas y horas de parrilla televisiva, incluida la de la televisión que pagamos todos, para luego ser comentada en corrillos por una panda de hipócritas como si del Gran Hermano se tratara.

Los gilipollas somos los que consetimos estos espectáculos tan vergonzosos para este país, toda una revolución macabra en la televisión que por otra parte mucho recuerda a los acontecimientos sociales que exhibía el NO-DO (hasta tal punto de desplazar a personas del pueblo, por ejemplo de Navarra, hasta Chipiona para llevarle a la Jurado un ramo de flores para que luego no se lo puedan poner, con la de tumbas abandonadas que también habrá por Navarra). Es culpable todo aquel que poco o mucho ha consumido parte del maratón de Rocío, siendo además conscientes de la poca sinceridad de los comentaristas, un ejemplo de entre tantos, los que hace unos meses decían que en el entorno de la cantante había fisuras hablaban esta vez de familia unida. La audiencia después de todo es sensible, no tonta, a las pruebas me remito Aqui no hay quien viva 34,5% de share y doble o triple de espectadores que los especiales del fallecimiento de la Jurado.

¡Qué pena! ¡Rocío descansa en paz! Si te dejan porque Encarna o Lola no han podido.

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