NO SOLO DE SHARE VIVEN LAS CADENAS

Cuatro estrena en la franja matinal “Contamos Contigo” un programa que hace repaso de los momentos más importantes en la cadena en el día de antes a su emisión y avisa de los que se pueden producir en el día que hay por delante. Hasta aquí el espacio parece interesante y una alternativa a las tertulias de actualidad que copan ese horario (9:20 a 10:20) en el resto de canales. Lo que no me gusta es que sea un call show, un nuevo género aparecido recientemente en las televisiones generalistas consistente en timar al telespectador por medio de concursos y juegos desde casa que utilizan números de teléfono con tarifas especiales más caras de lo habitual.

 

Los espacios de este corte se multiplican en la parrilla televisiva en los últimos tiempos, porque aunque no gozan de buen share resultan rentables al utilizar otra vía de financiación, la recaudación que consiguen gracias a los ingenuos que llaman y llaman para conseguir más posibilidades de ganar algún premio como si de un bingo se tratara. ¡Qué pena! detrás de ese objetivo de entretener, la televisión no solo esconde volvernos en monstruos consumistas sino desplumarnos con una de las debilidades del ser humano, la avaricia. Atrás quedaron los días en que las televisiones buscaban principalmente deleitar a la audiencia, ahora el público somos cobayas de laboratorio. Pensaría otra cosa si en estos programas se emplearan líneas de coste normal porque los call show también tienen algo positivo, la interacción con el espectador.

 

Las cadenas privadas han estrenado de madrugada en los últimos tiempos “Buenas noches y buena suerte” y “Adivina quien gana” (Antena 3), “Aquí se gana” y “Telecinco, dígame” (Tele 5, este último en fin de semana), “La Sexta Juega” (La Sexta) y “Llámame (Cuatro), quizá buscando a un público más susceptible de picar, en un horario con audiencias minoritarias donde los shares no son tan importantes.

 

Ahora el fenómeno se extiende a las mañanas y por nuestro bien que el experimento no tenga resultados satisfactorios, si no ya veo programas de este tipo, para tontos, a todas las horas, en canales hasta ahora minimalistas como Cuatro o la Sexta, como si de aquel demandado Telesierra se tratara.

 

Por el momento alguno que otro ya hemos caído votando en algún reality de audiencias millonarias como el público que vota a los grandes hermanos o yo mismo enviando mensajes carísimos para que mi ex compañero de curro, Daniel, gane la 5ª edición de Operación Triunfo (por cierto antes recuerdo que sorteaban un premio entre todos los votantes, ahora como no les hace falta eso que se ahorran).