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La caja divertida

REPORTEROS AL PODER

<b>REPORTEROS AL PODER</b>

Tras la irrupción en el panorama televisivo nacional del formato de “España Directo”, se han multiplicado en la televisión los programas de reporteros. “Comando actualidad”, “Callejeros”, “Callejeros Viajeros”, “Españoles por el mundo”, “Arena Mix” son  espacios que emiten ahora mismo las cadenas nacionales con un denominador común: el éxito de audiencia.

 

El reporterismo está de moda, pero no el de toda la vida, aquel que se explaya a la hora de contar noticias de actualidad de una forma objetiva y seria, por ejemplo el de “Informe Semanal”, sino otro. Ahora se lleva que los reportajes muestren otras historias que no salen en los telediarios, otras que al público le resultan más cercanas por estar protagonizadas por ciudadanos anónimos, que podríamos ser tú o yo, o personas que vemos, a veces, por la calle y aunque sabemos que seguramente tienen una gran historia tras ellos, pasamos de largo cuando los vemos.

 

La cercanía de estas historias es junto al hecho de que escuchemos y veamos al reportero los ingredientes perfectos para que los reportajes de este tipo de programas nos enganchen. Fundamental es la labor del reportero, persona que normalmente efectúa las preguntas necesarias para conseguir las respuestas que el público quiere escuchar, sobrepasando, muchas veces, la barrera de lo que es políticamente correcto. Esta característica hace que el público se identifique con el reportero al que ya no ve como un periodista más de la tele sino como un chaval o chavala majete preguntando cosas curiosas como si se tratara de la vecina del quinto cuando intenta cotillear.

 

Quizá sea esa curiosidad o espontaneidad, lo que ha hecho que todos estos programas tengan éxito, pese a mostrarnos cosas tan irrelevantes como unos domingueros comiéndose una tortilla de patata en la piscina, unos jóvenes borrachos haciendo “el gamba” tras una noche de juerga o historias que desgraciadamente nos parecen normales para aparecer en un telediario, como que un barrio entero se drogue o delinca, o que unos mendigos tengan que rebuscar todas las noches entre los contenedores de basura para poder llevarse algo a la boca.

 

A mi, a pesar del amarillismo que muchas veces ofrecen estos reportajes, estos programas me parecen muy interesantes para conocer otras formas de vida y sobre todo porque tras ellos hay crítica social, algo utilísimo teniendo en cuenta que la televisión es un medio muy influyente para la sociedad, en este caso para bien. 

 

 

Nota: Imagen tomada de la Web de Formula TV

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